sábado, 10 de marzo de 2007

Estamos muy apurados

Vivimos en un país, Argentina, que se caracteriza por el inmediatamente. Inmediatamente tenemos que ser conocidos, famosos, exitosos; también inmediatamente dejamos de ser todo lo anterior. Aparentemente se debe a la vorágine de los tiempos que corren.
Digo: ¿Esto es así por decreto? ¿De quién?
Yo nací hace ya unos cuantos años, no tantos, pero sí muchos como para haber visto demasiado y también para recordar bastante. Mi abuelo decía que siempre era preferible volar bajo porque de ese modo la caída iba a ser caída aunque no dolería tanto y de ese modo sería posible volver a volar. ¿Los resultados de tantos vuelos? Vendrían con el tiempo. Sembrar para cosechar. Hace tan solo días un escritor reconocido en el mundo entero festejó sus primeros ochenta años, hablo de Gabriel García Márquez. Lo homenajearon todos. ¿Se lo merece? Es indudable que sí, pero ahora que ha hecho, ha dado, ha trabajado.
Quizás éste sea su momento más importante, llegado en el tiempo justo, en la etapa de la vida para cosechar. Por qué no. Llegó.
Qué bueno sería si no nos apurásemos tanto, si aprendiésemos a volar bajo, pero volar, siempre volar... tal vez esa sea la cuestión.

A pensar!


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Los espero. Elena